La Seguridad en la Agroindustria: Un Reto que Nos Compete a Todos

La agroindustria es un pilar fundamental para la economía del Perú, generando empleo y abasteciendo mercados nacionales e internacionales. Sin embargo, este sector enfrenta desafíos que van más allá de la producción y la distribución. La seguridad se ha convertido en un tema crítico, con riesgos que afectan tanto a las empresas como a sus trabajadores.

Las cifras muestran la magnitud del problema:

  • El 28% de las empresas agropecuarias en Perú han sido víctimas de hechos delictivos en los últimos doce meses. (Fuente: INEI)
  • Las pérdidas por robos y vandalismo generan un impacto significativo en la cadena de producción.
  • Las zonas rurales, donde se desarrollan muchas de estas actividades, enfrentan mayores dificultades para acceder a protección efectiva.

La combinación de factores como la extensión territorial, la dispersión de operaciones y la presencia de actividades ilícitas en ciertas zonas, convierten la seguridad en un desafío complejo que requiere un enfoque estratégico.

El impacto de la inseguridad en este sector no se limita a pérdidas materiales. También afecta la estabilidad operativa, la confianza de los inversionistas y, sobre todo, la integridad de las personas que forman parte de la cadena agroindustrial.

Algunos de los principales riesgos que enfrentan las empresas incluyen:

  • Robo de equipos y maquinaria agrícola, lo que impacta la continuidad de las operaciones.
  • Asaltos y extorsión al personal, generando un entorno laboral de riesgo.
  • Invasiones y ocupaciones ilegales de terrenos agrícolas, afectando la producción y generando conflictos sociales.

Estos factores hacen necesario fortalecer las estrategias de protección y resguardo para minimizar los impactos de la inseguridad.

Desde mi experiencia en el sector, he podido ver de cerca cómo la implementación de estrategias adecuadas contribuye a reforzar la seguridad en la agroindustria:

  • Protección del personal y los activos. Contar con medidas de resguardo adecuadas permite reducir vulnerabilidades y garantizar la continuidad de las operaciones.
  • Monitoreo y detección de riesgos. La identificación temprana de amenazas ayuda a prevenir incidentes antes de que escalen.
  • Capacitación en seguridad. Preparar a los equipos para actuar ante situaciones de riesgo es clave para fortalecer la protección del negocio y de sus trabajadores.

Si bien la inseguridad en el sector agroindustrial es un problema de gran escala que involucra a distintos actores, he podido comprobar que un enfoque proactivo en materia de seguridad puede marcar la diferencia.